¿Cuánto hay que pagar
por ser el pregonero? Me han dicho que es gratis, a pesar de que con este honor
me he convertido en el hombre más feliz del mundo.
No es la primera vez
que me toca abrir las Fiestas de Villasana. Lo hice en 1974, pero sólo se
acordarán los más viejos del lugar. No hay fotos, que yo sepa. 43 años después,
volveré a repetir lo que me pidió entonces mi padre: sí, Manolo el de Deportes Cámara.
Ni San Antonio ni Santa
Filomena eran meneses. Ellos se lo perdieron. Yo tampoco nací en este hermoso
Valle de Mena, aunque me trajeron aquí por primera vez cuando sólo tenía 15
días. Sin embargo, soy menés por los cuatro costados de mis cuatro abuelos.
Por el costado de quien
me dio mi primer apellido, mi abuelo Patricio Cámara Mendívil, que emigró hace
un siglo desde Santiago de Tudela a Cuba.
Mi segundo apellido me
lo dio mi único abuelo nacido en Villasana, Tomás Sáez Ortiz, conocido como
Tomasín, hombre recio y emprendedor, cuyas manos ayudaron a construir el
colegio de monjas.
Mi tercer apellido es
de otra menesa, Josefa Orive Urruela, de Santamaría de Tudela, de la que heredé
un genio cambiante.
Por último, mi cuarto
apellido es de la entrañable Concha Gómez Ortiz, mi abuelita de Ordejón en cuya
casa natal ha vuelto a reencarnarse el espíritu de mi familia en un niño que se
llama Hugo y es la esperanza menesa de los Cámara.
Mis padres, el cubano
Manuel Cámara e Inés Sáez, nacida en la
calle de Enmedio, me enseñaron a amar este valle, con sus santos, sus encantos
y sus gentes.
Me han citado para
lanzar el pregón de fiestas el lunes 12 de Junio a las 8 de la tarde. Por fin
soy importante. Me puedo morir tranquilo y contárselo a mis padres y abuelos
que descansan en el Paraíso de los Meneses, que está encima del bollo de nubes
que se forma sobre la Peña.
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